Al ser un material natural, la madera es porosa y se adapta a las condiciones de temperatura y humedad del entorno en el que se inserta, pudiendo absorber todo lo que ingresa, como aceites, suciedad y productos químicos. Sin un acabado adecuado, la madera puede secarse, agrietarse, perder su tono natural y deteriorarse. Si se expone a cambios repentinos, como períodos de alta humedad y sequía, puede terminar hinchándose o pudriéndose.

En Grupo MADELI tenemos un amplia variedad en materiales y terminados para los acabados que evitarán que la madera se deteriore rápidamente, aumentando su vida útil y exhibiendo sus características naturales.